Por Mili Conzi
01 de Noviembre de 2016
5 destinos de Luna de Miel para un viaje romántico e ideas originales para hacer en cada lugar!
Es un cliché del romanticismo moderno, pero nosotros te damos un plan alternativo al ya clásico plan de ir a poner un candado al pont des arts! Tomá nota:
Quesos y vino tinto en "El sexo de París"
Compren queso en un supermercado "Día", que es más barato (o en la tienda "Monoprix" es un poco más caro pero hay más variedad). Luego vayan por una botella de vino tinto en Monmartre (porque en Monmartre todavía queda un pequeño viñedo en una terraza y dicen que se venden los mejores vinos). Tomarse el subte hacia la isla de la Cité para hacer una picada en la punta de la isla, el Square du Vert-Galant (en honor a Enrique IV). Cortázar a esa punta de la isla le decía "el sexo de París".
"La París del este", como le suelen decir, toda la ciudad es un encanto, casi como estar dentro de un cuento medieval. Te sentís en otra época, porque sus calles, arquitectura y folklore conservan su espíritu de época.
Un paseo en barco por el Río Moldava por la tarde (siempre con un vino para degustar), mirando las distintas arquitecturas (barroca, gótica, romántica) y cómo empieza a iluminarse la ciudad con el caer de la noche es un programa casi mágico y perfecto. Un paseo por los jardines del palacio real en verano, perderse entre sus senderos para terminar al pie del castillo de Praga es otro de los must de este plan alternativo y bien romántico.
Declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, a lo largo de todo el golfo de Salerno hay una infinidad de pueblitos y playas de cara al mar tirreno que no tienen desperdicio!
Nada mejor que los pueblos de Cetara y Maiori, con sus playas de arena fina y su oferta gastronómica. Cerca de Maiori, un punto panorámico de gran encanto por su vista es el Capo d'Orso. Más que recomendados para los recién casados. Si tu pareja es fanática de la pizza, vayan a almorzar al pueblon de Tramonti, tierra de los grandes maestros pizzeros, a muy pocos kilómetros de Maiori. En Positano piérdanse en sus calles angostas y medievales y coman riso venere (arroz negro) con mariscos o tómense una cerveza helada contemplando esa vista imponente que ofrece la costa.
ISLAS GRIEGAS: MYKONOS Y SANTORINI
SANTORINI
Además del clásico atardecer paradisíaco al norte de la isla en el pequeño pueblo de Oía (de los mejores del mundo, sin lugar a dudas), una escapada a la playa tiene mucho encanto para los mieleros.
Rumbear al sur, subirse a los taxi botes y bajarse en la "Black Beach", una playa solitaria de arena negra, escondida entre las rocas de Santorini. Con lo justo y necesario para un pic-nic y bebida, un día en pareja en una playa solitaria, diferente y muy paradisíaca, es un must en Santorini.
Bonus track: los taxi botes también te llevan a la "Red Beach" (pero ya en esta playa hay más gente que en la "Black Beach") y a la "White Beach".
MYKONOS
Se preguntarán, "Mykonos?!" Sí, esta isla famosa por la noche y sus bares, también tiene su costado romántico. Un lindo programa es caminar sus callecitas por la noche y dirigirse a la pequeña Venecia de Mykonos al oeste de la ciudad, al pie del mar Egeo. Tomar una copa de vino o un "Ouzo" (bebida típica griega), con la luna iluminando las aguas (es impresionante y hasta mágico, la luz que se desparrama entre las leves olas que chocan contra los balcones).
Para los recién casados más jóvenes, que todavía buscan combinar un viaje romántico con vida nocturna y diversión!
Dublin es famosa por su vida nocturna, sus bares de las calles Fleet o Essex (donde se encuentra el famoso Temple Bar), el buen trato y la simpatía de sus habitantes. Para aquellos que quieren combinar todo eso con un viaje de bodas, Dublin tiene mucho para ofrecer:
Una variada oferta gastronómica (el Brick Alley Café tiene un gran menú de desayuno), o la movida de la calle O´Connell o Henry, todo muy cerca para hacer caminando. El Trinity College, incluso la gran Catedral de Cristo o la Iglesia de San Patricio que están a pocas cuadras, cruzando el río Liffey (no olvidar cruzarlo a través del puente Ha´penny, el más romántico de la ciudad) La calle Dame, que finaliza en el castillo de Dublin, no pueden faltar en el recorrido, si es que buscan tiendas para hacer algunas compras.
Para los que quieran escaparle a los turistas, el Dublin Grand Canal o el parque Saint Stephan y su barrio son perfectos para un buen pic-nic o simplemente pasear con tranquilidad, disfrutando uno de los espacios verdes más grandes de la ciudad.
Y vos, cuál de todos estos destinos románticos eligirías para tu luna de miel?!
Rubros incluidos: Luna de Miel en Europa en Buenos Aires